La propuesta que se plantea a la institución observada (Sala Cuna Ayenhue), busca fomentar el desarrollo motriz en niños de 2 a 3 años de edad (Sala Cuna mayor), mediante la realización de diversos ejercicios motrices, que se pueden llevar a cabo en los "tiempos de transición", es decir, entre una actividad y otra, o entre alguna actividad y la hora de salir al patio. Con esta propuesta, se espera que haya una mejora en el desarrollo motriz de los niños de la Sala Cuna Mayor, de la institución observada; además de una optimización del tiempo.
De acuerdo a lo observado y a lo comentado por la educadora, se detectó que durante el día se presentaban "tiempos de transición" de una duración aproximada de 10 a 15 minutos, en los cuales no se lleva a cabo ninguna actividad planificada, ni con fines pedagógicos. La educadora en esta ocasión planteó no haber encontrado una actividad que apoyara la optimización del tiempo en estos espacios de transición.
La acción pedagógica que se intentará llevar a cabo consiste en lograr que los niños y niñas se desenvuelvan en el área de la motricidad que es fundamental dentro de su crecimiento y desarrollo. Para esto se propondrá una planificación en donde se nombrarán diversos ejercicios para utilizar junto a los estudiantes. La propuesta consiste optimizar los tiempos de transición que existen durante la jornada en que los niños asisten al jardín, apoyando esto con ejercicios motrices que a la vez ayudarán en otras áreas del aprendizaje y desarrollo.
Para la realización de esta propuesta en necesario tener el apoyo de las educadoras y la técnico presentes en el aula, ya que son ellas quienes llevarán a cabo la actividad. Para esto, ellas deberán haber leído y planificado la clase con anterioridad, considerando que la actividad durará alrededor de 15 minutos; por lo tanto, deberán saber qué ejercicios llevarán a cabo ese día con los niños y niñas. Como la idea es centrarse en los ejercicios motores, se podrá escoger qué actividad llevar a cabo dentro de las opciones que poseerán.
La idea es que las educadoras escojan una de estas propuestas de ejercicios para llevar a cabo, dependiendo de las necesidades que estimen convenientes dentro de su sala. La actividad escogida debe ser realizada a lo menos tres veces por semana intercalando los ejercicios, para así variar las experiencias de aprendizajes, lograr que los niños y niñas descubran algo nuevo en cada ejercicio y así logren concentrarse y estar atentos.
Para la realización de dichas actividades motrices, el espacio en el que se trabaje, en este caso la sala, debe estar despejada para que sea más cómodo, para los niños, realizar los movimientos. (con el fin de que cada niño y niña tenga espacio suficiente para hacer los ejercicios y moverse cómodamente sin intervenir en los movimientos de algún compañero). Para que el logro de este trabajo sea efectivo, se debe crear un ambiente propicio y mantener una comunidad de cuidado, la cual tiene que ver con un ambiente adecuado de trabajo, y lleno de interacciones positivas; así también, es posible decir que para que “los alumnos aprendan requiere de esfuerzo de parte de docentes y de los niños, lo cual se evidencia en beneficios a corto y largo plazo. En el presente, la sala de clases será más armoniosa, con un ambiente más acogedor en donde los niños puedan aprender de forma exitosa.”(Bredekamp, 2011) La profesora debe llamar la atención de los niños y ubicarse en un lugar donde todos los estudiantes logren verla con claridad al momento de realizar cada una de las actividades y, de esta forma, que el logro de las indicaciones y de los ejercicios sean efectivos (si el ejercicio lo requiere, la técnico tendrá que ubicar los materiales que se deban utilizar para realizar la actividad en un lugar que se encuentre al alcance de los niños). Luego, la profesora comienza a explicar qué es lo que van a hacer y demuestra la actividad para que los niños y niñas logren realizarla.
Estas seis actividades mencionadas son a libre elección por parte de la educadora, según lo que se quiera reforzar en ese momento. Esto se debe a que el tiempo presupuestado para la realización de dicha actividad es aproximadamente de 15 minutos, por lo que los niños no alcanzarían a realizarlos todos; lo cual apoya a que la educadora vaya variando los ejercicios a realizar.
Para comenzar dicha actividad, se propone realizar un juego en el que los niños pretenderán ser la "llama de una vela", lo cual consiste en "apagarse" y "encenderse",figurativamente, como ésta. Para la realización de esta actividad, se debe disponer de una vela en la sala para que los niños al verla puedan crear un concepto de lo que es una "vela" y la "llama de una vela"; de esta forma, poder llevar a cabo la imitación éxitosamente. Con dicho conocimiento base ya es posible efectuar la experiencia de aprendizaje con mayor efectividad y facilidad. Para comenzar, la educadora debe tomar el rol de co-jugador (Bredekamp, 2011) para realizar la actividad, esto se logrará explicando a los niños que ellos representarán la "llama de una vela", los pasos a efectuar son los siguientes:
"La vela se apaga":
En esta etapa de la actividad, la educadora debe escoger algún o algunos de los seis ejercicios presentados a continuación. (Imágenes de ejercicios para propuestas)
Según los estudios realizados a niños de 0-3 años, los cuales están planteados en el libro "Tono y psico-motricidad" de Mira Stambak, que consisten en la realización de diversos ejercicios que muestran el grado de extensibilidad de las extremidades del cuerpo según la etapa de desarrollo de los niños. En base a estos ejercicios de extensibilidad, serán utilizados en esta ocasión para fomentar la motricidad en los niños de la Sala Cuna Ayenhue.
Como término de la actividad la educadora indica que es momento de "encender la vela" nuevamente, para esto la educadora indica a los niños que deben pararse lentamente junto con ella, volviendo a la posición inicial.
Al terminar los ejercicios, se les pedirá a los niños y niñas que se ordenen ya sea para salir al patio o para el comienzo de una nueva experiencia de aprendizaje, según lo amerite. Como bien menciona Bredekamp, “el mayor logro en el desarrollo durante los primeros 5 años de vida es la autorregulación en todos los aspectos del comportamiento. El proceso de autorregulación comienza a temprana edad, cuando los bebés aprenden a regular su sueño, llanto y otras conductas, y se expande durante la etapa preescolar a una autorregulación cada vez más complicada.”(Bredekamp, 2011) Tomando en cuenta la cita y la propuesta planteada, la idea es que los niños con el transcurso y seguimiento de las actividades, vayan logrando mayor mejora desarrollo motor y ciertos grados de autorregulación, tanto al momento de la preparación de la actividad, como en el transcurso y término de los ejercicios, para que de esta forma vayan logrando cierto control de sí mismos.
De acuerdo a lo observado y a lo comentado por la educadora, se detectó que durante el día se presentaban "tiempos de transición" de una duración aproximada de 10 a 15 minutos, en los cuales no se lleva a cabo ninguna actividad planificada, ni con fines pedagógicos. La educadora en esta ocasión planteó no haber encontrado una actividad que apoyara la optimización del tiempo en estos espacios de transición.
La acción pedagógica que se intentará llevar a cabo consiste en lograr que los niños y niñas se desenvuelvan en el área de la motricidad que es fundamental dentro de su crecimiento y desarrollo. Para esto se propondrá una planificación en donde se nombrarán diversos ejercicios para utilizar junto a los estudiantes. La propuesta consiste optimizar los tiempos de transición que existen durante la jornada en que los niños asisten al jardín, apoyando esto con ejercicios motrices que a la vez ayudarán en otras áreas del aprendizaje y desarrollo.
Para la realización de esta propuesta en necesario tener el apoyo de las educadoras y la técnico presentes en el aula, ya que son ellas quienes llevarán a cabo la actividad. Para esto, ellas deberán haber leído y planificado la clase con anterioridad, considerando que la actividad durará alrededor de 15 minutos; por lo tanto, deberán saber qué ejercicios llevarán a cabo ese día con los niños y niñas. Como la idea es centrarse en los ejercicios motores, se podrá escoger qué actividad llevar a cabo dentro de las opciones que poseerán.
La idea es que las educadoras escojan una de estas propuestas de ejercicios para llevar a cabo, dependiendo de las necesidades que estimen convenientes dentro de su sala. La actividad escogida debe ser realizada a lo menos tres veces por semana intercalando los ejercicios, para así variar las experiencias de aprendizajes, lograr que los niños y niñas descubran algo nuevo en cada ejercicio y así logren concentrarse y estar atentos.
Para la realización de dichas actividades motrices, el espacio en el que se trabaje, en este caso la sala, debe estar despejada para que sea más cómodo, para los niños, realizar los movimientos. (con el fin de que cada niño y niña tenga espacio suficiente para hacer los ejercicios y moverse cómodamente sin intervenir en los movimientos de algún compañero). Para que el logro de este trabajo sea efectivo, se debe crear un ambiente propicio y mantener una comunidad de cuidado, la cual tiene que ver con un ambiente adecuado de trabajo, y lleno de interacciones positivas; así también, es posible decir que para que “los alumnos aprendan requiere de esfuerzo de parte de docentes y de los niños, lo cual se evidencia en beneficios a corto y largo plazo. En el presente, la sala de clases será más armoniosa, con un ambiente más acogedor en donde los niños puedan aprender de forma exitosa.”(Bredekamp, 2011) La profesora debe llamar la atención de los niños y ubicarse en un lugar donde todos los estudiantes logren verla con claridad al momento de realizar cada una de las actividades y, de esta forma, que el logro de las indicaciones y de los ejercicios sean efectivos (si el ejercicio lo requiere, la técnico tendrá que ubicar los materiales que se deban utilizar para realizar la actividad en un lugar que se encuentre al alcance de los niños). Luego, la profesora comienza a explicar qué es lo que van a hacer y demuestra la actividad para que los niños y niñas logren realizarla.
Estas seis actividades mencionadas son a libre elección por parte de la educadora, según lo que se quiera reforzar en ese momento. Esto se debe a que el tiempo presupuestado para la realización de dicha actividad es aproximadamente de 15 minutos, por lo que los niños no alcanzarían a realizarlos todos; lo cual apoya a que la educadora vaya variando los ejercicios a realizar.
Para comenzar dicha actividad, se propone realizar un juego en el que los niños pretenderán ser la "llama de una vela", lo cual consiste en "apagarse" y "encenderse",figurativamente, como ésta. Para la realización de esta actividad, se debe disponer de una vela en la sala para que los niños al verla puedan crear un concepto de lo que es una "vela" y la "llama de una vela"; de esta forma, poder llevar a cabo la imitación éxitosamente. Con dicho conocimiento base ya es posible efectuar la experiencia de aprendizaje con mayor efectividad y facilidad. Para comenzar, la educadora debe tomar el rol de co-jugador (Bredekamp, 2011) para realizar la actividad, esto se logrará explicando a los niños que ellos representarán la "llama de una vela", los pasos a efectuar son los siguientes:
"La vela se apaga":
- Los niños se ponen las manos en la cabeza, representando a la llama de la vela.
- Se les dirá a los niños que la llama se irá apagando lentamente, para esto tienen que ir cayendo lentamente al suelo, es decir, por parte. (primero las manos, luego se van inclinando; así sucesivamente hasta que quedan acostados en el suelo, es decir, hasta que "se consume la llama")
- Luego de esto, es posible pasar a la segunda parte de la actividad.
En esta etapa de la actividad, la educadora debe escoger algún o algunos de los seis ejercicios presentados a continuación. (Imágenes de ejercicios para propuestas)
Según los estudios realizados a niños de 0-3 años, los cuales están planteados en el libro "Tono y psico-motricidad" de Mira Stambak, que consisten en la realización de diversos ejercicios que muestran el grado de extensibilidad de las extremidades del cuerpo según la etapa de desarrollo de los niños. En base a estos ejercicios de extensibilidad, serán utilizados en esta ocasión para fomentar la motricidad en los niños de la Sala Cuna Ayenhue.
- Ángulo poplíteo
- Ángulo de los abductores
- Extensibilidad del cuadríceps femoral
- Distancia entre los codos
- Exploración de los flexores del antebrazo
- Exploración de los extensores de la muñeca
Como término de la actividad la educadora indica que es momento de "encender la vela" nuevamente, para esto la educadora indica a los niños que deben pararse lentamente junto con ella, volviendo a la posición inicial.
Al terminar los ejercicios, se les pedirá a los niños y niñas que se ordenen ya sea para salir al patio o para el comienzo de una nueva experiencia de aprendizaje, según lo amerite. Como bien menciona Bredekamp, “el mayor logro en el desarrollo durante los primeros 5 años de vida es la autorregulación en todos los aspectos del comportamiento. El proceso de autorregulación comienza a temprana edad, cuando los bebés aprenden a regular su sueño, llanto y otras conductas, y se expande durante la etapa preescolar a una autorregulación cada vez más complicada.”(Bredekamp, 2011) Tomando en cuenta la cita y la propuesta planteada, la idea es que los niños con el transcurso y seguimiento de las actividades, vayan logrando mayor mejora desarrollo motor y ciertos grados de autorregulación, tanto al momento de la preparación de la actividad, como en el transcurso y término de los ejercicios, para que de esta forma vayan logrando cierto control de sí mismos.
“La evaluación del desarrollo y el aprendizaje de los niños es esencial para los maestros y
los programas a fin de planificar, implementar y estimar la efectividad de las experiencias
de clase que ofrecen. La evaluación también es una herramienta para controlar el
progreso de los niños hacia las metas deseadas de un programa.” (NAEYC, 2009)
los programas a fin de planificar, implementar y estimar la efectividad de las experiencias
de clase que ofrecen. La evaluación también es una herramienta para controlar el
progreso de los niños hacia las metas deseadas de un programa.” (NAEYC, 2009)
Con esta cita y tomando en cuenta la propuesta, hay un momento en el cual la educadora a cargo debe realizar cierta evaluación de las actividades que se realizan, para esto se propone una idea de cómo es posible evaluar el funcionamiento de las actividades y a la vez el logro de éstas por parte de cada estudiante. Para esto, se presenta una lista de cotejo en la cual es posible observar el logro o no logro de cada ejercicio realizado por cada niño y/o niña; así también se presenta un registro anecdótico individual y otro grupal, en los cuales se evalúa a cada niño en su actitud posterior a la experiencia realizada y al curso como grupo en la misma situación, respectivamente.